Toni López, profesor de Física, en el IES Rey Pelayo, de Cangas de Onís.*
En la actualidad se conocen más de 4000 planetas en torno a otras estrellas (también conocidos como exoplanetas). En julio de 2018 se tenía constancia de la existencia de 55 planetas en zona habitable y se publicaba en Nature Astronomy (septiembre 2019) la detección de agua en uno de ellos. Todo esto, junto con los descubrimientos que parecen indicar agua en Marte, las moléculas orgánicas en Encedalo (Júpiter) o los hidrocarburos de Titán, entre otros datos, nos hace soñar con la posibilidad de encontrar vida extraterrestre en los próximos años.
El descubrimiento de vida en otros planetas constituirá un hito histórico y una pugna por ser la primera persona en descubrir “extraterrestres” (aunque sean bacterias). En este contexto y en este mismo mes, se nos ha presentado una curiosa anécdota: Gilbert V. Levin, quien fue el director del proyecto Viking en los años 70 del siglo XX, se hizo notar declarando ante los medios que había descubierto vida en 1976.
El proyecto Viking consistía en el envío de sondas no tripuladas a Marte, en las que se desarrollaban experimentos para extraer información sobre el planeta. Uno de los experimentos realizados, el Labeled Release (LR), consistía en detectar rastros químicos que pudiesen provenir de algún organismo vivo. Para poder detectar vida microscópica, se buscaban restos de las reacciones químicas metabólicas que los hipotéticos seres vivos hubiesen producido al alimentarse. En 1976 se detectaron gases, que podrían haber venido de esas reacciones, en cuatro lugares separados 6.000 km sobre la superficie de Marte. Desgraciadamente, no se pudo detectar directamente la vida, por lo que se concluyó que se había localizado una reacción inorgánica que “imitaba” la vida.
Esta historia sobre Marte ha vuelto ahora a los periódicos, pues Guilbert se atribuye con ella la detección de vida, lo que le colocaría en el grupo descubridor de la primera manifestación biológica extraterrestre conocida. Las declaraciones no tardaron en hacerse eco y el científico fue rápidamente replicado por la NASA, que defiende la resignada postura de los años 70.
Sin duda estamos asistiendo al comienzo de una polémica que pasará a los libros de Historia: el descubrimiento de vida extraterrestre parece estar cada día más cerca, y la competición por figurar como “descubridor” y autor del hallazgo está en marcha. La lucha, que parece estar pasando desapercibida para buena parte de la población, recuerda la controversia por el descubrimiento del cálculo diferencial entre Newton y Leibniz, la llegada al polo sur o el primer alunizaje.
La evolución del conocimiento humano siempre ha tardado en llegar al dominio público, haciéndolo muchas veces como un espectáculo. ¿Por qué en plena época de la comunicación y los medios masivos sigue pasando desapercibida?
* Texto publicado en La Crónica de Piloña, el lunes 4/11/2019.