Helena Toraño nació en Llanes (Asturias) en 1984. Es licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco. Trabajó en distintos oficios a lo largo de su vida y mantuvo el arte al margen hasta que, en 2014 le otorgaron el Premio Asturias Joven de Artes Plásticas y decidió enfocarse en exclusividad a su pasión, la pintura. Lo considera un trabajo como otro cualquiera, con mucho sacrificio pero que merece la pena.

Los cuadros de esta pintora llanisca resaltan en su mayoría la figura de la mujer, acompañada por objetos y paisajes. Suele tomar como referencia, en sus obras, décadas como los años 20, 50, 60 y 80; normalmente incluye algunas figuras aleatorias para crear incertidumbre en el espectador.

A nosotras, sus obras nos hacen fijarnos en la importancia de las pequeñas cosas, como contemplar las olas del mar, leer un libro al aire libre, mantener una conversación en la calle o escuchar nuestra canción favorita. Sus cuadros también nos transmiten sensación de armonía y paz mental en un ambiente de relajación.