Imagen: Figura de “Ace” de la serie One piece. Fotografía hecha por Iván González Solís.

Iván G. Solís, Edgar Fernandes.

En el mundo del manga, anime o videojuegos es habitual encontrarse con merchandising coleccionable que hace promoción a las sagas, tales como cromos, cartas, DVDs y Blurays, etc… Y uno de sus productos más populares son, sin duda, las figuras.

Antes de llegar a las tiendas, cada figura nace en complejas instalaciones industriales a partir de moldes de la original, fabricados con PVC o resina sintética, de mejor calidad y tacto. Estos materiales son más resistentes y permiten moldear mejor los detalles, pero… ¿y la original de la que se saca el molde? Muchos pensarán que ha nacido de una impresora 3D, pero nada más lejos de la realidad.

La figura original es obra de un único artista. Primero, dibuja un boceto del personaje con la pose determinada. Seguidamente, crea un prototipo en arcilla, empezando por la cabeza y el tronco. Para ello, usa herramientas especiales, de las que las más comunes son vaciadores, pinceles de punta de goma, buriles y palillos de madera, sujetando la pieza con la mano o apoyada en una torneta. Acabado el modelo, se van adosando las extremidades, moldeadas anteriormente de la misma forma, a modo de tornillo. Una vez terminada, se anotan los errores y se vuelve a hacer otra mejorada. Cuando el artista da el visto bueno, queda lista como modelo de infinitas figuras idénticas. Todo un ejemplo de convivencia entre industria y artesanía, seriamente amenazada e incluso al borde de la extinción por las nuevas tecnologías.

Es habitual hoy encontrarse con empresas chinas dedicadas a replicar originales sin los correspondientes derechos de autor. Generalmente son de plástico y de pésima calidad en textura y detalles, llegando a ser en algunos casos incluso deformes. Todo este proceso conlleva explotación de trabajadores y perjuicios graves a los propios autores y empresas oficiales, muchas de ellas en el Japón vecino. El ciclo termina en sitios de Internet de fiabilidad dudosa, donde no recomendamos comprar por muy bajo precio que tengan. Además apoyarías un negocio inmoral y fraudulento.

Como consejo, para «inmortalizarlas», se deben aislar del polvo, humedad o cualquier fuente de calor directa como la luz, que desgasta su pintura.