La capilla de San Roque en 1998, antes de su reparación. Foto prestada del álbum de Miriam García Rodríguez, profesora de filosofía.
En el pueblo de Arobes, en la parroquia de Santa María de Viabaño, se encuentra la capilla de San Roque.
Está en un estilo renacentista popular con planta rectangular.
Toda la capilla está pintada de blanco e excepción de los esquinales y los vanos (puertas y ventanas) en los cuales se deja ver la pared de piedra como contraste.
Tiene un pórtico frontal con cinco arcos rebajados apoyados en seis pilares con forma del tradicional “pegollu” de hórreo asturiano, a su vez estos pilares se apoyan en el muro. El posee un tejado a tres aguas coronado por su pequeño campanario formado por tan solo una pared.
La puerta de entrada tiene un arco apuntado con decoración floral, que se apolla sobre dos pequeños pedestales.
En el muro del interior de la capilla se encuentra incrustado un escudo, el cual hace referencia al pagador que mandó construir la capilla, Íñigo de Villanueva, y también el año de su construcción, 1557. La capilla en un principio tenía tres santos, Santa Gema, San Simón y San Roque pero tras un incendio en la guerra civil solo sobrevivió San Roque. Tras unos cuantos años se trajeron nuevas figuras de Santa Gema y San Simón, pero San Roque ya había obtenido tanta popularidad que la capilla quedó con su nombre.
La capilla fue reformada en 2015 puesto que ya tenía cierto deterioro, además se construyó un muro debajo del montículo donde se encuentra que ayuda a la sujeción del terreno.