Isabel V. Durante la Guerra Civil, en 1937, tuvo lugar la «batalla del Oriente de Asturias». En la línea del Sella, se ubicó la última fortificación del bando Republicano en la Comunidad Autónoma. Estaba constituida por una línea de trincheras que se construyeron desde la Agüera de Dego hasta la desembocadura del Sella, en Ribadesella. Todas estas fortificaciones se realizaron miéntras el frente de la batalla estaba situado más al este.
El 11 de Octubre, el Cuartel General del ejército franquista decidió comenzar la conquista del paso del Sella para acabar rápidamente la guerra en Asturias. Concretamente, en la zona de Parres, las fuerzas nacionales irrumpieron el concejo tomando los pueblos de Cuadroveña y Pendás, rodeando así Arriondas, lo que era el último obstáculo para conseguir la zona del Sella. En poco tiempo, los milicianos tuvieron que abandonar las fortificaciones y retirarse hacia la zona del Sueve.
La estrategia de los búnkeres fue utilizada en la zona para protegerse de la artillería, y también de la aviación que recorría el cielo en los momentos del conflicto. En la zona parraguesa, se encuentran numerosos búnkeres bien conservados, junto con otros vestigios de las batallas, que muestran realmente cómo se defendían, se escondían, etc. durante la contienda.
Una de las fortificaciones o «casamatas» se encuentra en Santianes del Terrón, a la orilla del río Sella. En la imagen se puede reconocer una de sus embocaduras.