Alfredo García y Mayra Fernández.

El inicio de la energía hidroeléctrica en Cangas de Onís

La construcción de la primera Fábrica de Luz de Cangas de Onís se inicia en 1894, tras la compra de un molino harinero de dos muelas, propiedad de Don Antonio Villaverde, en Los Arrudos* de Avalle.

Los cangueses Don Isidoro Cuesta y Don Diego Sánchez, se veían atraídos por la idea de establecer en El Molino de Arrudos, una central hidroeléctrica capaz de aprovechar la fuerza del Río Sella a su paso por Avalle y Caño.

«Una fábrica o artefacto de maquinaria para producir luz eléctrica con destino a Cangas de Onís»

Don Diego Sánchez. Archivo de Protocolos Notariales de Cangas de Onís, Casa de la Cultura de Cangas de Onís.*

Es entonces cuando se forma la Sociedad «Cuesta y Sánchez», promotora del proyecto. Don Isidoro Cuesta se convierte en el socio principal, encargado de proporcionar el terreno de dicha construcción, mientras que Don Diego Sánchez debe suministrar todos los fondos necesarios para poder llevarlo a cabo.

Más tarde, en 1899 se crearía la Sociedad «Electro Canguesa», que compraría la central, hasta la construcción de la actual planta hidroeléctrica en 1924.

Fábrica de Luz de Cangas de Onís. Avalle

*Arrudos: Colgadoriu fechu d’un tueru o poste de madera y ganchos. En este caso hace referencia a la continua sucesion de niveles que experimente el Río Sella en este tramo. (DALLA)

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  • González Palomares, David (2020): La luz del Sella, en Arte y Humanidades, nº 76, pág. 65 a 93.