Alejandra R. y Lucía F. Sotres es un pequeño pueblo situado en el concejo de Cabrales, conocido como el pueblo más alto del oriente asturiano. Situado a 1050 metros, es raro el invierno en que no cae una “buena nevada”, aunque en los pasados inviernos han sido menos abundantes y ya no estábamos acostumbrados; y mucho menos a la cantidad de nieve que cayó a principios de este 2021.
En los meses de noviembre, diciembre y enero las nevadas son menos abundantes pero son más duraderas. Ello se debe a que las temperaturas son más bajas y los días más cortos. En cambio, en febrero y marzo las nevadas son mucho más copiosas pero duran menos tiempo debido a que las horas de luz van aumentando con los días y las temperaturas van subiendo camino de la primavera.
Por el puente de la Constitución comenzaron las nevadas de este invierno, con un espesor de unos 30 cm aproximadamente. Fue una nevada ligera y en pocos días se deshizo aquel manto blanco que cubría las cumbres del corazón de los Picos de Europa.
A comienzo de las navidades volvimos a ver aquella estampa invernal que comenzaba en Noche Buena. Nos regalaban un día de Navidad digno de película.
En Noche Vieja y Año Nuevo llega Filomena. La famosa borrasca que dejó al pueblo tiritando y con un espesor de 1,70 cm de nieve.
La situación provocó que la carretera permaneciera cortada y no se pudiera acceder al pueblo, lo que ocasionó a los vecinos la imposibilidad de llevar a cabo sus trabajos. Tanto entre los ganaderos, que se tenían que desplazar a pie hasta los invernales y cuadras en las que tenían a sus animales, como entre quienes trabajaban en otros sectores y no pudieron desplazarse a sus puestos de trabajo.
El pueblo, debido también al temporal, permaneció sin luz y sin acceso a ninguna red telefónica durante más de 12 horas, lo que junto al cierre de la carretera dio lugar a un aislamiento prácticamente absoluto de todos los habitantes.