Vacas de leche paciendo. 7 diciembre 2020. Consejo Regulador.
G. Razvan y J. Mamani. Sabemos que actualmente las empresas han bajado su producción, y la industria del queso Cabrales no iba a ser menos; en consecuencia la productividad ha bajado una media de 70 kg por quesería, que se podría estimar en un total de 35 quesos menos al mes. Si a esto se le añaden las bajadas en ventas, la situación hace que algunos queseros se planteen la idea de abandonar y cambiar de profesión.
Marzo 2020:
A principios de la pandemia las queserías no tenían muy claro que era lo que iban a hacer. Algunas pararon y otras continuaron produciendo. Al final, casi todas frenaron la producción y, tras ello, muchos ganaderos que proporcionaban la leche a las queserías se encontraron ante un dilema: tirarla o venderla a un precio miserable, opción que se consideró preferible pero que repercutió sobre el precio de la leche, que bajó considerablemente.
Junio 2020:
Tras la tan conocida cuarentena, muchos distribuidores tenían en mente la comercialización de quesos en verano, pues las ventas en esta época son elevadas. Los queseros, con un gran stock en las cámaras de frío, comenzaron a sacar los quesos a la venta, aliviando la situación que asfixiaba a todos.
Así y todo, se notó un descenso de las ventas en una fecha muy señalada para los queseros: el último domingo de agosto, el día en que se celebraba el certamen del queso, y que en esta ocasión fue suspendido como consecuancia del covid-19.
Finales de año (octubre – diciembre, 2020)
Con los queseros y ganaderos ya aliviados, la producción comienza a ser como la de otros años, y aunque las ventas no suelen ser altas en estas fechas, se vieron menos afectados por la caída que en la época de marzo, abril y mayo.
Actualmente, en 2021, el mercado mejora, pero siguen afectadas las ventas por la falta de ferias, donde lo queseros dan a probar sus mejores piezas y lucen su producto cara a cara con el consumidor.