El Origen de los Sueños

La concepción de los sueños no ha sido siempre la misma, sino que influida por el periodo histórico correspondiente, ha ido evolucionando. En las civilizaciones y pueblos primitivos, se les atribuía un sentido mágico. Algunas culturas, como la griega o la judía, utilizaban los sueños como modo de comunicación con los dioses y realizaban rituales de todo tipo, con el fin de purificarse. Diferenciaban entre los buenos sueños, propios de un dios, y los malos sueños o pesadillas, provocados por espíritus. Sin embargo, no fue hasta el inicio del siglo XX cuando Sigmund Freud, médico y psiquiatra, provocó una verdadera revolución en la sociedad, al publicar su obra «La Interpretación de los Sueños». Freud fue un pionero en nuestra historia al dedicarle esfuerzo a sus investigaciones científicas sobre los sueños. Para Sigmund Freud, los sueños son una expresión del mundo inconsciente; y entendía la motivación de la actividad onírica como cumplimiento de los instintos y deseos que no se han visto satisfechos en el día. Es decir, se trata de intentos por parte del inconsciente de satisfacer y resolver aquello que no se ha llevado a cabo de manera consciente.

En la actualidad siguen existiendo pequeños rituales o creencias relacionados con los sueños, como por ejemplo el atrapasueños. El origen de este objeto se remonta a las prácticas tradicionales de una tribu de Norteamérica, los Ojibwa. Una leyenda de su cultura narra cómo una madre, preocupada por sus hijos, quiso protegerlos cosiendo un hilo sobre sus cabezas, de forma que les protegiese de cualquier espíritu adverso.