Catalina Caamaño Isorna. Personal sanitario del Centro de Salud de Burela (Lugo).

Por Paula Collado Intriago y Martín Barrena Caamaño.

A finales de diciembre de 2019, una nueva zoonosis se da en China, el coronavirus, que acaba colapsando las agendas de todos los países del mundo.

Ahora, cuando parece que después de un año y medio el virus empieza desistir, decidimos entrevistar a Catalina Caamaño Isorna, trabajadora en el Centro de Salud de Burela, Galicia.

Debido a la extensión de la entrevista y a la cantidad de información disponible, hemos decidido partirla en dos partes; la segunda saldrá en nuestra siguiente entrega.

el estallido de la crisis de la Covid-19 y la gestión de los centros de salud.

El estallido de la crisis de la Covid-19.

Comienza 2020, salen a la luz las primeras noticias sobre la crisis sanitaria que se experimenta en China, gran parte de la población reacciona escépticamente, ¿se genera controversia entre sanitarios?

No puedo hablar por el total de sanitarios, sin embargo, en el Centro de Burela sí había diferencia de opiniones: la más generalizada entre mis compañeros era escéptica: se creía que iba a ocurrir como con el Ébola, con excesivo alarmismo en un principio y que, finalmente, no sucediese nada; por otro lado, había compañeros que estaban preocupados y preveían la crisis, pero eran una minoría.

Primera quincena de marzo, 2020. Los casos aumentan rápidamente y el virus se propaga por toda España. El sábado 14 se declara el estado de alarma

Una semana antes al estado de alarma, recuerdo estar tomando café con mis compañeros; una de ellas tenía un viaje a Italia, y decía: “Mi marido dice que no debemos ir, pero yo creo que somos unos exagerados”. Lo que quiero decir, es que en mi ambiente más cercano de trabajo estábamos igual de desprevenidos que el resto de la población. En el ámbito estatal, sí se veía venir, de ahí que empezaran a llegar EPIS y equipos de protección.

De hecho, en mi centro de salud no se habilitó una sala para atención a infectados – mi consulta. – hasta prácticamente 72 horas antes del estado de alarma, cuando llega el primer protocolo.

Igualmente, en el centro de Burela tuvimos la suerte de contar con una compañera que había trabajado muchos años en Médicos del Mundo, lidiando con epidemias. Por lo tanto, tan pronto como recibimos el primer protocolo, supo cómo ejecutarlo correctamente.

Se declara la cuarentena, todos nos vemos de repente bajo confinamiento. Usted, siendo personal sanitario, ¿cómo asume la interacción con sus familiares/compañeros?

Tuve la suerte de tener amistad con técnicos que entendían de pandemias y plagas. Todos ellos me dejaron claro que una gran parte de los contagios entre personal sanitario no se producían ejerciendo, sino entre compañeros cuando las medidas se relajaban.

En momentos tan sofocantes como los que se vivían en hospitales y centros de salud, era muy importante el apoyo, ya que la gente desbordada tiende a colapsar. Pero a mí me habían dejado muy claro que tenía que aislarme, y así lo abordé.

En el ámbito familiar me aislé completamente, tal y como me habían recomendado. Las primeras semanas no me quitaba la mascarilla en casa, finalmente, cuando la situación se comenzó a normalizar, me relajé con las medidas preventivas.

¿Qué papel desempeñaron los centros de salud en esta crisis sanitaria?

La pandemia en los centros de salud se vivió de forma muy diferente a los hospitales, protagonistas en medios. Mientras en los hospitales se ocupaban de la parte médica más activa, el papel de los Centros de Salud fue más administrativo: detectar casos, hacer seguimientos, expedir bajas a contagiados, etc.

Además los casos graves eran dirigidos directamente a los hospitales, no pasaban por los Centros; solo teníamos contacto directo con casos leves.

Igualmente, el acceso al número total de muertos, contagiados y ingresados en UCI en todo momento, así como nuestra vinculación con los hospitales, nos hizo seguir viendo de forma mas directa y clara la crisis sanitaria que al ciudadano de a pie.

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  • Fuente: Catalina Caamaño Isorna, personal sanitario del Centro de Salud de Burela, 49 años, 01/11/2021.