Itinerario de la ruta. Adriel Gómez Morales.

Almudena Recuero, Adriel Gómez, Diego González y Sheila Noriega

Muchos niños y niñas tienen miedo a los bosques. En cualquier película de miedo o en un cuento de terror no puede faltar la escena en la que el protagonista se adentra en un bosque oscuro y tenebroso con sonidos escalofriantes. La mitología asturiana no es menos. Cuenta con mitos como el del hombre del saco, que se lleva a los niños que se portan mal; o el del diablo burlón, que es inofensivo pero se dedica a asustar a la gente.

Sin embargo también cuenta con otros seres espectaculares, como el Nuberu, el Cuélebre, o la Xana, envuelta en un intenso verde que cualquiera que tenga el placer de contemplarlo dirá que en él está representado el mismo bosque.

En el camino, los niños suelen vencer sus miedos al encontrarse encontrarse con seres maravillosos y deciden adentrarse en los bosques para buscarlos.

Para eso existe «El Camín Encantau» o «El Camino Encantado», una ruta situada en el concejo de Llanes, con un recorrido de 8 km. a lo largo del que van apareciendo figuras de seres mitológicos asturianos (1), con una breve descripción en una placa a sus pies. La ruta comienza en La Venta y atraviesa Riocaliente, La Cortina, Ardisana, Palacio, La Malatería y Gomezán para volver de nuevo al punto de partida.

Un tramo del Camín Encantáu. Dimas Oliveira, vecino del concejo de Llanes.

Se accede a la ruta por la carretera LLN-14 y se aparca al lado del bar «La venta los pobres» dónde, en el mismo parking, aparecen las primeras figuras. Colocados en un árbol hay un grupo de trasgos, seres mitológicos muy pequeños de apariencia humana a los que les gusta hacer travesuras. En la bolera de al lado se podrá ver también al jugador de bolos.

Al principio de la ruta, en dirección a «Los Callejos» y en lo alto de la cuesta, está el sumiciu, un ser que se apropia de las cosas que le gustan: Después pasando La Malatería podremos ver al famoso hombre del saco. Dejando atrás un tramo corto de carretera, a la izquierda, nos encontraremos con el Pataricu, un enorme personaje que cuenta con un solo ojo y poco después veremos al Diablo Burlón, un diablillo que se burla de la gente y tiene la capacidad de cambiar de forma. Ya en Villanueva, aparece el nuberu, señor de la lluvia y la tormenta; y en Prida, al lado de la fuente del Cañu, el segador.

Si seguimos caminando llegaremos a Ardisana, dónde está el Cuélebre, una serpiente gigante que custodia a la Xana y sus tesoros. El siguiente lugar importante en la ruta es el antiguo lavadero, dónde está la lavandera, y si continuamos la ruta podremos ver al Busgosu, mitad hombre mitad carnero, que se encarga de cuidar el bosque. El último lugar de la ruta es Riocaliente, dónde está la manona, encargada de detener a cualquiera que no respete la naturaleza. Y la última figura, la castañera, la encontraremos escondida entre hórreos y castaños, en el camino de vuelta hacia La Venta.

Es una ruta preciosa y sencilla, rodeada de naturaleza, donde disfrutarán tanto niños como adultos a la vez que aprenden sobre la mitología asturiana. Sí sientes curiosidad por estas leyendas sin duda alguna debes hacer «El Camín Encantáu», pero hay que estar siempre alerta, porque se rumorea que que de noche pueden cobrar vida.


  • 1: En posteriores trabajos desarrollaremos con mayor precisión cada uno de los seres mitológicos que aparecen en el camino, con su correspondiente historia.
  • Informadores: Ramón Sordo y Dimas Oliveira, vecinos de Llanes.