Imagen de Ribas de Aliste, tomada por Jimena Arena en 2018
Irati Aranzeta, Silvia González y Jimena Arena
España es el cuarto país europeo con más municipios en riesgo de despoblación. Representan el 42,2% del total. Pero, ¿cómo era la vida antes en estos pueblos?
Leonor Ramajo Mateos es una mujer de 74 años nacida en Ribas de Aliste un pueblo de la provincia de Zamora que se ha visto muy afectado por este fenómeno. Cuando Leonor era una niña, la gente del pueblo se dedicaba al campo, cultivando trigo, patatas, alubias y garbanzos. Otra fuente de ingresos era la ganadería porcina, que consistía en cebar a los cerdos durante todo el año y en matarlos en invierno. Los niños no colaboraban en estas actividades porque acudían a la escuela. En ella estudiaban 15 alumnos de distintas edades por lo que no había cursos y materias como tales: se dedicaban a hacer cuentas, escribir, leer y algunas veces a coser. El colegio comenzaba a las 10 de la mañana hasta la 1, donde hacían un descanso, y seguían de 3 a 5. Una vez finalizada la jornada escolar iban a buscar agua con cántaros a la fuente, ya que no la había en las casas.
El pueblo también disponía de dos bares/tienda para comprar los productos que no podían cultivar.
Leonor recuerda las fiestas de Ribas con un cariño especial. Las celebraciones consistían en una misa, seguida de una comida con los parientes de los pueblos contiguos, que se alojaban en las casas de sus familiares y amigos durante dos días, y más tarde se celebraba un baile con gaitas y tambores.
En aquella época era común que los jóvenes emigrasen a las ciudades en busca de mejores oportunidades. Leonor se marchó a San Sebastián junto con una amiga a los 20 años. Allí comenzó a trabajar en un hotel dónde les proporcionaban sueldo y alojamiento. Más tarde, trabajó en un taller de costura hasta que se casó con su marido Jesús, al que conoció en la ciudad. Debido al traslado de la empresa de construcción de su marido, y a los inicios del grupo terrorista ETA, se mudaron de nuevo, esta vez a Asturias, dónde continúan viviendo actualmente.
Desde que Leonor lo dejó, el pueblo ha sufrido muchos cambios cambios. Actualmente, sólo viven en él 10 personas durante el invierno. Las actividades del sector agropecuario ya no se llevan a cabo por falta de personas que las realicen, pues los jóvenes han emigrado a las ciudades y los ancianos se encuentran jubilados.
Además los dos bares-tienda han cerrado, al igual que la escuela, y las fiestas solo consisten en una misa. El único momento en el que el pueblo vuelve a recobrar vida es en agosto, cuando las familias que residen en las ciudades vuelven para visitar a la familia.
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- Testimonio oral de Leonor Ramajo Mateos
- epdata (2021): ‘La España vacía: despoblación en España, datos y estadísticas’ Estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE)
