La entrada y la sala del Cine Park en el año de su inauguración, 1964. Imagen: José Marcelino Carbajal Corral (1).

Laura Núñez de Con, Olaya del Cueto Gutiérrez y Elisa Martínez García.

Cuando hablamos de Cangas de Onís lo primero que se nos viene a la cabeza es la palabra turismo, sector que en el concejo ha tenido y tiene más repercusión. Pero también se han desarrollado en él actividades que conforman una historia que, en muchas ocasiones, no está escrita, y a pesar de que la solemos ignorar, conduce a resultados interesantes.

Cartelera de la película Zulú, de 1964. Imagen: El Cine en Asturias. (6)

La memoria cultural del concejo es muy rica en lo cinematográfico: en Cangas llegó a haber tres salas en funcionamiento: el Cinema Colón (sobre el que incidimos en un artículo anterior), el Cine Santa Cruz y el Cine Park. Hoy nos centraremos en este último para conocerlo un poco más en profundidad.

El Cine Park fue resultado de la unión de dos socios y fundadores: Jaime Carbajal Blanco y Silverio Fernández Escobio. Ambos consiguieron llevar a cabo un proyecto importante para los cangueses como era la creación de un cine, que en aquel momento era el principal espacio de ocio y entretenimiento. La inauguración del local se produce el 23 de diciembre de 1964, día en que también se inaugura la cafetería Park, contigua a la sala de cine. Ese día se lleva a cabo un lunch por la mañana, y por la tarde una sesión de pre-inauguración con la proyección de una película para autoridades e invitados (1). La primera película proyectada en el cine fue Zulú de Cy Endfield, y llamó la atención de los espectadores el hecho de que la entrada fuese gratuita, de lo que todavía se acuerdan bien aquellos adolescentes que pisaron la sala (5).

Boxeadores participantes recibiendo un premio en la década de 1970. Imagen: M.ª Teresa Fernández (4).

En la década de los 70, en el cine se llegaron a hacer combates de boxeo (con sus correspondientes premios), festivales y actuaciones musicales, que iban desde bandas y grupos cangueses hasta actuaciones como la de Antonio Molina, uno de los artistas más importantes del panorama musical de la época. Se organizaron también revistas de vedettes, que para la época era un gran éxito. Había sesiones de tarde (que solían ser infantiles) y de noche. El cine disponía de dos pisos, con camerinos para los artistas o invitados y baños. Dentro también había una barra que comunicaba el local con la cafetería Park. De acomodador trabajaba Arturo Coro, y uno de los que se encargaba de la proyección de las películas era José Luis Núñez Díaz (aunque después también hubiera otros dedicados a ello, como José Luis Gil Pandiella). José Luis Núñez trabajó varios años en el cine, y su experiencia ha quedado recogida en la palabra de su mujer, M.ª Jesús González Álvarez, que nos lo relata de la siguiente manera:

«Yo iba muchas veces con él a la cabina para ver las películas desde allí. Se veían mucho mejor que en las butacas y además era muy entretenido oír a las personas riéndose. Yo tenía solo a mi hijo mayor y lo dejaba con mi madre para poder ir al cine a acompañarlo, porque si no, no lo veía ya que él entraba a las 4 de la tarde y no salía hasta la 1 de la madrugada. Es más, yo solía llevar bocadillos porque él no podía salir ni a comer.

La entrada de lo que era el Cine Park en la actualidad, 19 de febrero de 2022. Imagen: María José de Con Pérez (5).

Las proyecciones llegaban en cajas de aluminio, en rollos a los que les tenían que dar la vuelta, lo que llevaba mucho tiempo. También ocurría a veces que se rompía alguna de las cintas, por lo que había que cortar y empatar lo más rápido posible para que no se interrumpiera mucho la proyección. Era bastante estresante a veces la situación y los trabajadores no paraban. Había sesiones los jueves, los viernes, los sábados y los domingos, que incluso había tres veces al día. También había alguna sesión los lunes El trabajo no era tan fácil como prometía ser pero al fin y al cabo estaba a gusto allí.» (3)

Tiempo después, Jaime Carbajal dejaría el cine, y su socio, Silverio, se lo dejaría a su hijo Aureliano, quien lo regentaría por varios años (2). En la actualidad, lo único que se conserva del conjunto es la cafetería, que se sitúa en el mismo sitio y lleva el mismo nombre. Del cine solo quedan la entrada, pues el local está ocupado por un supermercado, y los recuerdos de todos aquellos que pasan por delante y rememoran lo que fue y lo vivido allí dentro.

Fuentes:

1: José Marcelino Carbajal Corral, vecino de Cangas de Onís y periodista de La Nueva España,18 de febrero de 2022. 2: María Dolores Carbajal Corral, vecina de Cangas de Onís, a 18 de febrero de 2022. 3: María Jesús González Álvarez, vecina de Cangas de Onís y viuda de José Luis Núñez Díaz, a 19 de febrero de 2022. 4: María Teresa Fernández de la Fuente, vecina de Cangas de Onís, a 19 de febrero de 2022. 5: María José de Con Pérez, vecina de Cangas de Onís, 18 de febrero de 2022. 6: El Cine en Asturias, fuente exclusivamente de documentación gráfica.