Ceferino Castro (el primero) y un obrero que trabajaba para él
Claudia Otero, Luana Crespo y Estefanía Diez
Esta campana fue fundida a finales del siglo XIX, por la Compañía Asturiana Metalúrgica propiedad de Don Álvaro Sizzo-Noris y Fontanals, conde de Sizzo, y por Don Luis González Herrero que, por expreso deseo del hermano de este último, Don José González Herrero, debía ser donada al Cabildo de la Real Colegiata de Covadonga en memoria de sus padres, según consta en el documento de donación (1).
La campana se fundió en la fábrica de la Felguera y tiene un peso de 4.000 kilos y una altura de 3 metros. En sus relieves se representan personajes de la Divina Comedia de Dante Aliggieri, siendo su escultor el artista italiano Xaviero Sortini; hablamos del año 1889.
Fue presentada en París, en la Exposición Universal y pabellón de La Compañía, en el año 1890, donde obtuvo Mención de Honor y medalla de oro. Más tarde figura en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, en 1929, presentándose fuera de concurso, hecho que no suele ser muy conocido.
La intención de los donantes es que la campana esté siempre en Covadonga, para que sea tocada cada vez que la Santina celebra fiesta o sale de la Cueva, y si no es así, la campana habría de devolverse a los donantes en plena propiedad o a sus herederos.
Una vez pasó por la exposiciones mencionadas, y hasta su llegada a Covadonga, la campana estuvo en la finca de Don Luis González Herrero calle González Besada 31 de Oviedo, hasta que el Ilustrísimo Cabildo de Covadonga quiso su traslado al Real Sitio (Covadonga,) que sucedió el 22 de enero de 1926 según consta en el acta de donación.
Fuentes:
- (1): Documentación: información del documento de cesión de «La Campanona», cedido por Adolfo Mariño, Abad de Covadonga.
- Imágenes: Claudia Otero.