Aglais Urticae. NRC, abril 2019.

Nadia Rodríguez Coviella.

Cuando escuchamos la palabra mariposa es improbable que nos venga a la mente la imagen de la Montañesa Azabache, un tipo de mariposa diurna de alas marrones con pequeños ocelos blancos. Lo peculiar de esta especie es que su área de repartición, es decir, donde podemos encontrarla, es muy limitada: solamente en los Picos de Europa, Pirineos y en la Sierra de la Demanda, sobre todo en la parte burgalesa, habitando en las partes más altas y rocosas.

A pesar de que en ese medio apenas hay vegetación, las orugas logran sobrevivir a base de poáceas, un tipo de plantas gramíneas. Algo muy curioso de la especie es que tiene una fase larvaria mucho más prolongada que la de otras mariposas: las orugas hibernan durante más de un año, en ocasiones llegando a aguantar dos años enteros en ese estado. La metamorfosis se produce en los meses de verano, por lo que el mes de julio es idóneo para verla.

Dentro de la familia Erebia, es la menos común y es difícil verla en los Picos de Europa, puesto que se encuentra en las zonas de mayor altitud y no es muy abundante; incluso se encuentra en zonas donde se produjeron corrimientos de tierra (morrenas)

En total hay nueve especies de mariposa Erebia, algunas solamente localizadas en la zona cantábrica, como la Erebia Lefebvrei.

En contraposición a la sobriedad de colores de la Montañesa Azabache, tenemos a la Ortiguera (Aglais Urticae), llamada así por alimentarse de esa planta en su fase larvaria. Aunque encuentra en toda Europa, no es muy común verla en Los Picos, y su hábitat se halla también en las partes de mayor altitud.

Si se desea verla, la época en la que reaparece la mariposa tras su hibernación es la del comienzo de la primavera.

Fuentes:

  • Verhulst, Georges, vecino de Tornín y experto en entomología, 09/10/2022.