Valle la Llosa de Viango. Imagen: FLT.

Valle de Viango, Llanes.

AAC. La cueva de la Llosa de Viango, como su nombre indica, se encuentra en el valle de ese nombre, un lugar que durante los meses de noviembre y diciembre no recibe luz directa del sol.

La Sierra del Cuera está repleta de ríos subterráneos por su interior, que se alimentan a través de los sumideros de los poljés (1) y que brotan después en las fuentes de la zona, que siempre cuentan con agua. Lo peculiar de este lugar es que es el ponor o sumidero del poljé de la llosa de Viango, cuando los niveles freáticos son altos, invierte el sentido; y entonces, en vez de sumir el agua hacia los ríos subterráneos, la expulsa, formándose meandros (2) que a lo largo del invierno acaban formando un lago en toda la Llosa.

La sierra es aprovechada para el pasto del ganado, en especial para el vacuno. Cuando se inunda el valle, los ganaderos retiran las vacas a las cuadras, pero las siguen acercando al valle para que puedan beber del lago. A unos 600 metros de la cueva encontramos una fuente, la fuente del Peyu La Alisa, que tanto en los meses más calurosos del año, julio y agosto, como en invierno, libera la misma cantidad de agua. Esto viene dado porque la cueva, en invierno libera directamente el agua, mientras que en verano la guarda en su interior y la evacúa por canales subterráneos hasta la fuente. Antiguamente todos los habitantes de Porrúa iban al menos una vez al año a beber de esta fuente: «Nuestros abuelos creían que si bebías de este agua no cogerías ninguna enfermedad» (3), atribuyendo su calidad al hecho de que el agua venía filtrada por rocas de cuarcita. Hoy, los montañeros que pasan por la zona hacen una parada en la fuente para poder recargar sus botellas con su agua.

Cueva del valle de la Llosa Viango desde el exterior. Imagen: FLT.
Cueva del valle de la Llosa Viango desde el interior. Imagen: FLT.

(1): Poljé; Valle de superficie plana con meandros y cerrado por laderas de montaña.

(2): Meandros; Ríos en la superficie del poljé, solo aparecen cuando el sumidero expulsa el agua.

(3): HACES TAMÉS, Alejandro; 40 años. Vecino de Porrúa.

———————

FUENTES:

  • LÓPEZ TRAVIESA, Felix; 50 años. Propietario de una cabaña en el valle y guía de montaña en la zona.
  • HACES TAMÉS, Alejandro; 40 años. Vecino de Porrúa.