Trabajo de excavación en la salida del túnel, 2000.
Sofía García y Lucía Trespando.
El funicular fue construído para facilitar el acceso al pueblo de Bulnes, ya que hasta su puesta en funcionamiento solo se podía llegar a pie. Las obras comenzaron en febrero de 1998 y tardaron casi tres años en concluir, concretamente en diciembre del 2000. La apertura al público fue retrasada hasta septiembre del 2001 por problemas de naturaleza política. Durante ese año solo los habitantes de la localidad tenían acceso al funicular, debido a la inhabilitación de la ruta a pie por la Canal del Texu.
Se decidió que la instalación fuese subterránea, pues al estar en pleno Parque Natural, el impacto visual sería menor, limitado a las bocas de entrada y de salida.
El funicular conecta la localidad de Poncebos con la aldea de Bulnes. Por razones obvias, la primera estación que se construyó fue la de Poncebos, mediante voladuras (1), y una vez abierta la boca de entrada, comenzó la perforación de la roca. La máquina empleada fue una tuneladora que avanzaba entre 50 y 60 metros diarios. Cuando ya llevaban 600 m de perforación, se toparon con una bolsa de agua y la obra estuvo parada 15 días, el tiempo que tardaron en drenar todo el líquido.
A medida que se iban acercando a Bulnes el suelo era cada vez más blando, lo que dificultaba la tarea de la tuneladora. Llegó un punto en el que la máquina se hundía en el terreno y le resultaba imposible continuar, por lo que hubo que recurrir a la mano de obra minera hasta su término.
Actualmente el funicular de Bulnes se compone por 2 vagones, cada uno con capacidad para 28 pasajeros (sentados), unidos por un sistema de vaivén y controlados desde los centros de control, uno situado en la boca y el segundo en la salida. Se encuentran a mitad de recorrido y su cruce es bastante notorio.
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- Técnica utilizada para fracturar una pared de roca en la que, con una barrena, se perfora dicha roca, y en los agujeros se introduce la dinamita y se explota.
- Fuente: Miguel Mier, responsable del funicular, Arenas de Cabrales, 2022