Fifi tocando el tambor en la procesión de San Antonio (h 2009, archivo familiar)

SM

El día 13 de junio se celebra en Cangas de Onís la fiesta en honor a su patrón, San Antonio. Es tradición bajar al Santo desde la Capilla de San Antonio, en Cangas de Arriba, hasta la Iglesia de Santa María; y después, subirlo en procesión acompañado de los ramos. Pero fue en 1968 cuando comenzó la tradición de cantar y tocar durante la procesión.

Josefa Fernández Díaz (1), «Fifi», lleva tocando el tambor desde su juventud. Fue su abuelo, José Díaz, quien compuso durante la Guerra Civil los cánticos que acompañan a los santos de Ortiguero y Cangas de Onís. Él era original de Ríocaliente (Llanes), se casó con una cabraliega y se mudó a Ortiguero. Allí nació también Fifi, en Abril de 1945, aunque tras la muerte de su madre, cuando tenía poco más de un año, la trajeron a Cangas a vivir con sus tías. No obstante, siguió muy ligada a Cabrales, pues allí seguía viviendo su abuela, y también fue allí donde empezó a tocar el tambor.

El canto de los ramos comenzó en Cangas fruto de una promesa: Luismi, el primo pequeño de Fifi, con 10 años cayó al Río Sella a la altura del Golondrosu y se ahogó. Como el cuerpo no aparecía, fueron a pedir al santo y le prometieron que si lo encontraban, ese año los ramos se ofrecerían cantando. Desde aquel 13 de junio de 1968, se siguió con esta tradición todos los años, a excepción de 1987. El 12 de junio de este año, tuvo lugar el fatídico accidente de helicóptero en los Lagos de Covadonga, que tuvo siete víctimas mortales; como fue la víspera, a modo de luto se decidió no celebrar nada ese año. También en los recientes 2020 y 2021, con motivo de la pandemia, no hubo procesión aunque sí hubo cangueses vestidos de porruanos y se entonaron las primeras estrofas acompañadas de pandereta.

Al principio, el ayuntamiento financiaba a las familias más necesitadas el alquiler del traje, y era la abuela de Fifi la que ayudaba a vestirse a las asturianas. La noche anterior, tenía que dejar montados todos los pañuelos, para que le diera tiempo a ponérselos a todo el mundo; aunque el número de asturianas era muy inferior al de la actualidad: este 2022 se batieron récords superando el alquiler de más de 1100 trajes de mujer (a lo que habría que añadir la gente con traje propio).

Tocar el tambor, junto a los ensayos de pandereta, siempre estuvieron a cargo de Fifi, aunque contaba para ello con la ayuda de sus hijos y otros colaboradores. Las prácticas se realizaban en los soportales, y entonces el recorrido se realizaba por el «Mercau»; hoy se hace por todo el pueblo.

En la actualidad los miembros de la familia continúan siendo los más presentes en los festejos. Su marido es el encargado de montar el ramo que ofrecen cada año los vecinos de la Calle San Pelayo. La procesión está en manos de María Josefa García Fernández (2) (hija de Fifi) guiada por su madre, con la colaboración de Carlota Martínez, María Blanco García e Isabel Blanco García (nietas de Fifi). Las dos últimas junto con José Luis García Fernández (hijo de Fifi) forman parte de la sociedad de festejos.

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(1) FERNÁNDEZ DÍAZ, María Josefa («Fifi»). Transmisión oral (2022).

(2) GARCÍA FERNÁNDEZ, Josefa («Josefina»). Transmisión oral (2022)