Montserrat Alonso Berdayes con sus padres y sus dos hermanos en Suiza, h. 1980.
Yanira Alonso y Alba Fernández. En 1975, la familia Alonso decidió mudarse a Suiza buscando una mejor vida y nuevas oportunidades, ya que la situación en España era aún complicada por la transición política que supuso el fin del franquismo:
«Claro que la encontramos: el nivel económico era muy superior al de España; pero nos costó adaptarnos»
Montserrat Alonso
En Suiza la mujer desempeñaba un papel algo más relevante, aunque parecido al de España; la diferencia se encontraba en que las posibilidades de la mujer suiza no se limitaban únicamente al trabajo en el campo sino que podían trabajar en fábricas, tiendas e incluso oficinas, a diferencia de la mujer española cuyas opciones a la hora de trabajar eran muy limitadas.
En aquellos años, las mujeres en Suiza tenían la posibilidad de ser independientes e incluso podían sacarse el carnet de conducir. Cuando terminaban de estudiar, a los 16 años, sus padres las ayudaban a independizarse, y en algunos casos a buscar un piso propio. Aunque en un principio dependiesen de sus padres, una vez independizadas y trabajando, con el tiempo podían lograr la emancipación total. Esa posibilidad en España no existía, pues las mujeres aquí dependían de alguien, generalmente su marido o padres. Por otra parte, lo habitual era que ellas se dedicasen al cuidado de la casa y los hijos. Y sin duda alguna, las mujeres que más afectadas se veían por la ideología de la época eran las que vivían en las zonas rurales y que apenas contaban con facilidades de acceso a los estudios.
Cuando Montse alcanzó la mayoría de edad, sus padres la ayudaron a independizarse, al igual que habían hecho con sus otros dos hermanos. Montse ya había terminado sus estudios en aquello que más le gustaba, la peluquería, consiguiendo trabajo en el sector. Cuando volvió a España con su marido y dos hijos, su punto de vista había cambiado:
“Ahora, yo incluso diría que la mujer es más liberal aquí en España que en Suiza»
Montserrat Alonso
Con los años, en España la mujer ha logrado adquirir la igualdad legal; además puede hacer lo que más le guste sin que ello conlleve ser mal vista; la situación legal en Suiza es la misma, pero lo cierto es que la vida allí es más rígida: casi siempre siguen los mismos horarios y podría decirse que se dedican exclusivamente al trabajo.
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Fuentes:
Alonso Berdayes, Montserrat, madre de la autora, 56 años.