Leopoldo Pablo García en Sames, Amieva, h 1955.

Yanira Alonso y Alba Fernández. La memoria histórica de un lugar es importante. Preservar sus tradiciones y peculiaridades es realmente lo que logra distinguirlo de los demás y su conocimiento forma parte de la propia conservación.

Hacia 1920 se levantaba en el pueblo de Sames, Amieva, una vieja casa perteneciente a Natalia García, una mujer soltera y sin hijos cuya herencia fue recogida por su sobrino Leopoldo, que había emigrado a México. La casa constaba de dos plantas y un corredor, junto a un cubil y una cuadra a la que se accedía por una puerta en el lateral de la construcción.

Con el tiempo la casa fue deteriorándose debido a la falta de uso, hasta quedar prácticamente en ruinas, ser puesta en venta y acabar siendo adquirida por una vecina del pueblo, Blanca Nieves García. La compra se llevó a cabo «por poderes» notariales ya que Leopoldo seguía viviendo en México. Las escrituras de compra fueron finalmente firmadas en 1996.

La nueva propietaria aprovechó la oportunidad que se le había brindado al comprar la casa y, tras años de ahorro, en 2003 la reformó convirtiéndola en una casa rural, manteniendo la tipología tradicional asturiana: la Casa de Aldea La Galana.

La Galana conserva la estructura de antaño, respetando las paredes maestras como se observa en el muro de la izquierda de la imagen, aunque también se añadieron algunos complementos en la parte posterior, como la barbacoa a la que se accede por el camino contiguo a la casa.

Casa de Aldea La Galana, 2020.

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Fuentes:

López García, Ana Jesús. 56 años, actual dueña de la casa.

García, Blanca Nieves. 81 años, vecina de Sames.