Revolviendo el cocido.
Alejandro Toraño.
La génesis de la festividad se remonta décadas atrás, cuando un grupo de paisanos provenientes de Ucieda participaron en el Día de Cantabria en Cabezón de la Sal, presentando una carroza que se alzó con el premio del desfile. Impulsados por la distinción, decidieron celebrarlo con un cocido montañés para el deleite de su comunidad.
Anualmente, durante el primer fin de semana de septiembre, se lleva a cabo en Ucieda la festividad del cocido montañés. La celebración se inicia con la preparación del «borono», una masa de harina de maíz mezclada con sangre de cerdo y sal, amasada cuidadosamente y cocida posteriormente. A diferencia de la morcilla, esta especialidad no se embute en tripa de cerdo.
En décadas pasadas, el producto se distribuía de manera gratuita, aunque en la actualidad tengo entendido que se cobra una suma entre 2 y 3 € por cada ración de borono.
En el pasado, el cerdo era gentilmente donado por las granjas locales y el suministro de carne y sangre para la elaboración del borono provenía de las choneras del ayuntamiento de Ruente. No obstante, las instalaciones han quedado en desuso, por lo que ahora se adquieren los ingredientes cárnicos y sanguíneos en una carnicería de Cabezón de la Sal, situación que ha conducido a cobrar por este platillo tradicional.
Tras satisfacer nuestro apetito, nos entregamos al deleite de la danza, al compás de las melodías interpretadas por un dúo o trío musical encargado de amenizar la festividad. La celebración prosigue al día siguiente, el domingo, cuando desde tempranas horas se comienza a distribuir los boletos que permitirán disfrutar del cocido montañés. En tiempos pasados, estos boletos eran ofrecidos de manera gratuita, pero en la última década se ha instaurado un cargo de 1€ por cada ticket/persona.
La festividad congrega a numerosas familias, que se reúnen para deleitarse con el exquisito cocido preparado con alubias, berza, repollo, cebolla, ajo, patatas y unos 160 kg de carne de cerdo. Participan numerosos individuos inscritos en el censo del Ayuntamiento de Ruente, tanto para cortar las verduras como para distribuir las raciones. Por lo general, se reparten alrededor de 3.500 porciones del plato típico de Cantabria.
En tiempos pasados, mi familia participaba activamente en el evento y rememora cómo la gente solía llevar cazuelas y platos para servirse el cocido. En la actualidad se les entrega un envase de plástico destinado a contener una ración.
No obstante, la celebración no se limita únicamente al deleite gastronómico, pues también ofrece la oportunidad de participar en concursos de tala de árboles y tiro de cuerda, además de diversas actuaciones artísticas.
Asimismo, se puede aprovechar la ocasión para dar un paseo por los alrededores y favorecer la digestión tras haber disfrutado del cocido.
La musica tradicional está presente en la Fiesta del Cocido
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Fuentes:
Mónica Herrera Berrio. Comunicación personal.
Milágros (vecina del pueblo). Comunicación personal.