Placa de reconocimiento al maestro Alejandro Casona ubicada en la capilla de San Pedro de Narciandi (26/10/2023)

Fabián Meléndez Coro

En el año 1931, el 28 de octubre, fue creada la escuela de Nieda , teniendo como clase una parte de una casa particular hasta 1960, que se construyó, una escuela con aula en la parte inferior y casa para el maestro en la parte superior.

A esta escuela acudió, en sus primeros años de educación, Jose Alfonso Coro Suero (tío del autor).  

Posteriormente fueron creándose escuelas en cada uno de los distintos pueblos, que fueron suprimidas décadas después, tras la reforma escolar de 1975, con la concentración de los alumnos en el Colegio público Reconquista, de Cangas de Onís. 

HISTORIA

El 4 de marzo de 1781 Pedro Riera vecino de Següenco y ausente de España, movido por la caridad y viendo la gran falta que había para los pueblos: Següenco, Nieda, Narciandi y Cabielles, funda en nombre de su hermano Thoribio Riera, una escuela para la enseñanza y educación de la juventud de todos los alrededores.

Remitió a poder de su hermano 10.165 reales para fundar la escuela en la capilla de San Pedro de Narciandi, inmediata a dichos cuatro lugares y con la expresa orden de que esta cantidad haya de ser solo para alivio de los pobres, que no tengan medios para pagar al maestro de dicha escuela y el que los tuviese haya de contribuir con alguna cosa y poniéndolo en ejecución. 

Se ofrecieron 3 vecinos de cada pueblo e hicieron una sociedad para organizar y ejecutar lo acordado con Pedro Riera, bajo las siguientes condiciones: que dichos vecinos, el que tuviese hijos y los enviase a dicha escuela haya que pagar por el tiempo que los enviase a ella un cuarto de maíz por la medida de este concejo en cada año, y este debe de ser de cuenta del maestro el cobrarlo; si algún vecino enviase por algún tiempo a algún muchacho o muchacha a la escuela y no fuera todo el año, este ha de pagar dicho cuarto de maíz, como si cumpliese el año entero. 

De la cantidad de dinero cedida por Pedro Riera, una parte era para ayuda de la construcción del aula y el resto, en un tanto por ciento que se acordó en la sociedad para el que no pudiese pagar al maestro, se le abonaría de la aportación del señor Pedro Riera.

Artículo escrito por Celso Diego Somoano. Revista San Cosme 2003