Retrato de una relación adolescente. A/N.
Álvaro P. Zaragoza y Noa Martínez.
En la película «El Agua», la relación entre la protagonista, Ana, y José, un chico del pueblo, constituye uno de los hilos narrativos.
La relación comienza en las primeras secuencias del filme cuando, en una tarde de río, ambos se conocen y surge el amor. La relación discurre durante toda la película entre altibajos, pero seguidos siempre de alguna solución.
Otra constante que se percibe en el amorío es el ambiente de tensión y rechazo por parte de la familia de José, influida, al igual que el resto del pueblo, por la creencia en que Ana y su familia están afectadas por la maldición del agua: “si el agua se enamora de ti y se te mete dentro, tarde o temprano te llevará con ella”.
El rechazo familiar se concreta en una escena. En ella, el padre de José se dirige al bar de la madre de Ana para pedirle que “le quite a su hija la idea -de la relación- de la cabeza, poniendo como excusa la necesidad de que su hijo se centre en su vida, en su trabajo y en la la dedicación hacia la competición con palomas; y que no se “distraiga” con ese amor. La madre de Ana se niega y acto seguido lo echa del bar.
En resumen, la relación entre Ana y José se apodera del relato central de la película, marcada por el conjunto de episodios que rigen la evolución de la trama.