Jacqueline Acosta y Mara Alonso.
En Orihuela, una leyenda se ha ido transmitiendo entre generaciones originado una creencia popular entre los vecinos que relaciona los desbordamientos del río con la desaparición de mujeres.
De acuerdo con la tradición, cuando las fuertes tormentas hacen que el río se desborde, a una mujer del pueblo «se le mete el agua dentro». Como consecuencia, termina dejando que el agua se la lleve y desaparezca sin dejar ningún rastro.
Después de haber visto la película, podemos llegar a la conclusión de que la situación en que el agua se mete dentro de esas mujeres, representa el miedo a enamorarse y a todas las responsabilidades que eso conlleva.
Se trata de una metáfora, pues es miedo lo que se les mete en el cuerpo, y no agua en su sentido literal.
Por eso, todas las chicas del pueblo se sienten sometidas a ese miedo constante a enamorarse y desaparecer, y en especial la protagonista, que menciona varias veces a lo largo de la película que desea huir de allí, escapar de esa maldición que parece perseguirla, dentro del ambiente fantástico que envuelve toda esta obra dramática.