María Reyes Laso, un icono de las montañas
Izq: Podium femenino de la Kangas Mountain. Derecha: Reyes Laso con las redactoras. M/J.
Mara Alonso y Jacqueline Acosta. A lo largo de la historia, las mujeres han tenido que luchar para superar todos los obstáculos impuestos por una sociedad estereotipada donde se decía que no podían participar en el deporte.
En los inicios del deporte, la participación de las mujeres era notablemente inferior a la de los hombres, además de los prejuicios sobre la fuerza y agresividad, asociadas a la masculinidad.
A pesar de que no podían participar oficialmente en competiciones, a finales del siglo XIX y principios del XX, comenzaron a crearse clubs deportivos femeninos, que dieron voz y visibilidad a las mujeres, aunque hasta la proclamación de la II República en España no se les permitió participar en competiciones. La aparición de las primeras deportistas trajo consigo la referencia de otros modelos a seguir, a pesar de un sistema dominado por el patriarcado. Con todo, hoy siguen vigentes la lucha y las dificultades que urge superar
En ciertos deportes que hasta hace poco se consideraban de hombres, son muy importante los modelos a seguir. Nosotras hemos tenido la oportunidad de hablar con María Reyes Laso, la primera mujer en llegar a la línea de meta de la Kangas Mountain en la modalidad “Speed”, de 12 km, a 15 minutos del primer hombre.
María empezó a formarse cuando cursó octavo de primaria (2° de ESO actual), en Vega de Pas. Formó parte del club de atletismo creado por José Manuel Abascal, donde ella era una de las pocas mujeres.
Desde pequeña estuvo acostumbrada a este tipo de recorridos, pues practicaba la trashumancia de ganado, y caminaba grandes distancias por el monte.
Aunque a sus 18 años tuvo que abandonar este deporte por motivos de trabajo, con 34 años volvió con todas sus fuerzas. Actualmente, la atleta combina perfectamente el deporte con su vida social y laboral. Se considera una persona constante y comprometida con su deporte, capaz de conseguir todo lo que se propone.
Sin embargo, su verdadero interés siempre fue el fútbol. Hoy sigue recordando con melancolía el no haberse dedicado a ese campo debido a los prejuicios sobre su práctica. Por eso agradece los avances que han hecho posible a las mujeres ser referentes en ese ámbito deportivo.
Hablando de ello, nos menciona con orgullo a su compañera y amiga Irene Pelayo, a quien describe como una mujer luchadora y trabajadora, además de ser en su opinión la mejor atleta que conoce.
Nos sentimos muy afortunadas por haber podido hablar con esta gran deportista, conocer un poco su historia y su punto de visto sobre las mujeres en el deporte.