Adriana Santana.
A lo largo de la historia de la educación superior, las mujeres han luchado tenazmente por el reconocimiento de sus capacidades intelectuales y el derecho a asistir a la universidad en igualdad de condiciones que los hombres. Entre las pioneras que desafiaron las normas sociales y académicas de la época, destaca el caso icónico de María Elena Maseras Rivera, la primera mujer en obtener un título universitario.
El caso histórico de María Elena se produjo en 1872, en su época en la que la educación superior estaba reservada principalmente a los hombres. Su determinación y perseverancia la llevaron a desafiar las convenciones sociales y matricularse en la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona el camino hacia la graduación estuvo lleno de desafíos y obstáculos.
María Elena enfrentó la oposición de profesores y compañeros así como el escepticismo de quienes creían que las mujeres no tenían lugar en un entorno universitario. Sin embargo su pasión por el conocimiento y su inquebrantable creencia en la igualdad de oportunidades la impulsaron a seguir hacia adelante. A lo largo de su carrera académica, María Elena demostró un nivel de excelencia que transcribió cualquier prejuicio de género. Sus logros también académicos y su dedicación al aprendizaje inspiraron a otras mujeres a perseguir sus sueños educativos y no darse por vencidos ante la adversidad. También destaca el valor de Maria Elena al tener que vestirse de hombre para poder acceder a la universidad debido a que no estaba permitido que las mujeres estudiasen de aquella.