Imagen: António Barbosa en Bon Viveur
Adriana Santana
En Galicia, la tradición de producir y de consumir sidra está fuertemente implantada en la cultura local. La sidra gallega se elabora principalmente con manzanas autóctonas, como por ejemplo en Maceira, Pontevedra, y se caracteriza por su sabor refrescante y ligeramente ácido.
Los astures, es decir, los romanos que se ubicaban en Asturias, León, parte de Zamora, Orense, Lugo y noroeste de Portugal, fueron los primeros en llevar la tradición de la sidra a Galicia durante la época romana. Desde entonces la sidra ha evolucionado y se ha ido adaptando a las condiciones geográficas y sobre todo climáticas de la región gallega.
En Galicia, la sidra se consume tradicionalmente en festivales y celebraciones, ganando a lo largo del tiempo reconocimiento por su calidad y sabor, atrayendo la atención de turistas y gente interesada en la cultura o gastronomía gallega. Cabe destacar que todavía se consume en los llamados «furanchos».
Los furanchos son locales donde se sirve la sidra directamente de la cuba, y habitualmente son casas particulares, que habilitan para ello el bajo de la vivienda, un garaje, galpón o una terraza.
Furanchos. Una forma de comer y beber en Galicia, de Alfonso López Alonso en el Diario ABC. Consultado el 23 abr 2024.
La introducción de la manzana en Galicia se atribuye principalmente a los romanos, durante el tiempo que estuvieron ocupando la región. Fueron ellos quienes trajeron consigo nuevas variedades de manzanas y técnicas de cultivo, que contribuyeron al desarrollo de la producción de la manzana en Galicia.
Con el paso del tiempo, la manzana se fue convirtiendo en un cultivo fundamental de la región, dando ello lugar a la elaboración de productos como lo es la sidra, que se ha convertido en parte importante de la cultura gallega y en un símbolo de tradición y celebración en las comunidades locales.