Halima Azzouzi Diraaoui. Ya hace décadas, hubo en Cangas un establecimiento que llevaba el nombre de Enol y que perteneció a los antecesores de los actuales propietarios del edificio.
El Bar Enol estaba situado en un espacio clave de la ciudad de Cangas de Onís. Era muy frecuente, en los pueblos o villas, este tipo de negocio que combinaba el bar por un lado, que ofrecía platos locales, y la tienda de ultramarinos por otro, donde se podían adquirir alimentos no perecederos (conservas, especias, encurtidos, quesos, legumbres…), toda una seña de identidad asturiana, tanto en lo gastronómico (sidra, quesos y embutidos de la zona), como en lo cultural
Tras el primer negocio, los descendientes en segunda generación de los hosteleros, abrieron el Restaurante Enol, ya en 2015-2016, sobre el mismo local y ubicación que el antiguo bar. Además del servicio de restauración, también ofrecía venta de productos para consumo directo al cliente a través de una gama de artículos especializados de tipo «gourmet».
Actualmente el bar se encuentra reemplazado por una tienda para turistas, pero el recuerdo de su autenticidad y tradición siempre seguirá vivo entre los clientes locales.