Andrea Intriago Collado.

Avín, un pueblo situado en el concejo de Onís, en la comarca oriental de Asturias, es el hogar de generaciones y generaciones que conservan sus tradiciones y costumbres. Al igual que para mí, es para muchos algo más que un simple pueblo, es un recuerdo de las raíces, la familia y los buenos tiempos.  

Las primeras referencias que se encuentran datan de la Edad Media, siempre ha sido un pueblo ligado a la ganadería y la agricultura, sobre todo a la cría de vacas para la leche, que en un pasado se convertía después en leche en el concejo de Cabrales.  

Aunque se trata de un pueblo pequeño tiene bastante turismo, y algunos de sus atractivos más destacados son La Cuevona de Avín, una cavidad que destaca por su tamaño y la espectacularidad de sus formaciones rocosas, o La casa de la Montaña, un albergue, que sirve de atractivo para muchos turistas que vienen a disfrutar del espectacular entorno. Otro lugar que suele tener una gran afluencia y público, es el Camping Picos de Europa, que suele estar completo casi todos los meses de verano.

Una de sus celebraciones más características es la fiesta a su patrón, San José, celebrada normalmente el 19 de marzo de cada año. Consta de una procesión por todo el pueblo, con las aldeanas y aldeanos vestidos con sus trajes regionales y cantando a San José, la subasta del ramo y la tradicional comida con todos los vecinos, sin olvidarnos también de la famosa verbena por la noche con sus orquestas y música. No obstante, la fiesta empieza ya el día de antes, cuando se realiza una gran barbacoa en la plaza del pueblo a la que acuden todos los vecinos.