Cangueses delante de San Antonio. Imagen: Claudia Otero.

Claudia Otero, Luana Crespo y Estefanía Diez.

Federico Ortiz López, Cangues, nació el 23 de mayo de 1843 en la calle del mercado. Hijo de Juan Ortiz y de Teresa López, era de una familia humilde y el padre era escribano.

Fernando Ortiz López. Imagen: J. L. Armendáriz.

Federico era un niño con mala salud y con alguna que otra enfermedad pero gran inteligencia. Una señora rica del pueblo se comprometió a pagarle los estudios de sacerdote, pero él no lo aceptó porque no tenía vocación para ello.

Con 12 años viaja a Madrid y trabaja en el comercio “La Providencia”, en la calle Esparteros, pero enferma y vuelve a Cangas. Se repone y, desde Ribadesella, en octubre de 1860 toma rumbo a Cuba en la Corbeta “Flora”.

En el viaje le roban el dinero. En La Habana, vive tres años con muchísimas dificultades, cae enfermo de nuevo y se ve obligado a regresar a España a casa de sus padres. Una vez repuesto vuelve a Madrid, donde pasa seis años trabajando en el mismo comercio de la calle Esparteros. Viendo que no conseguía sacar gran fortuna, emigra a París; allí logra un pequeño capital, que emplea en España fundando el BAZAR X en la calle Espoz y Mina, en el año 1878. El bazar vendía la última moda de París, juguetes para niños e incluso bisutería fina, así como también partituras de música y juegos de azar. Con todo ello, consiguió triunfar en los negocios, e incluso hace sus pinitos en la política.

Gran Bazar. Imagen: J. L. Armendáriz.

A pesar de sus éxitos nunca se olvidó de su ciudad natal y así, cada San Antonio, envía ropa y limosnas para los pobres del pueblo, remite dinero a las Escuelas Graduadas para premios a los niños, y paga la reconstrucción de la capilla de San Antonio -que se encontraba en ruinas- cuya inauguración tiene lugar el 4 de junio de 1903. Aunque él no llegó a verla reconstruida, siempre se interesó por ayudar a los necesitados de la parroquia.

También paga la gran lámpara de la basílica de Covadonga, de estilo gótico, que se encuentra en el cruce de las naves, y La Carreterona, que hoy es conocida como calle de Evaristo Sánchez, llevó desde 1903 el nombre de Federico Ortiz.

Lámpara de la Basílica de Covadonga. Imagen: Claudia Otero.

Tan famoso fue el BAZAR X que el compositor de Zarzuela, Federico Chueca, compone una tanda de valses en su honor titulados con el nombre del bazar, convertido en el Madrid de la época en un referente del comercio de lujo, y en el que por primera vez en España los empleados eran mujeres.

En la madrugada del 5 al 6 de marzo de 1886, tiene lugar el gran incendio que acabó con el BAZAR X.

El 20 de junio de 1908 falleció en Madrid don Federico Ortiz. Y recientemente, una placa en la capilla de San Antonio recuerda a este benefactor cangués.

Placa en honor a Federico Ortiz. Imagen: Claudia Otero.

Fuentes: