Vázquez de Mella [3]

Claudia Otero, Luana Crespo y Estefanía Diez.

Nació en la calle del mercado de Cangas de Onís el día 8 de junio de 1861, hijo de Juan Antonio Vázquez de Mella y Varela de Quindemil, teniente coronel del ejército, y de Teresa Fanjul Blanco.

Fue heredero de los intelectuales cangueses “Hermanos Zeñal”, quienes al ser propietarios del «Palacio Pintu» y no tener herederos propios se lo dejaron a él como único propietario; la condición que le pusieron fue que si no tenía descendencia propia el palacio pasase a propiedad del Ayuntamiento de Cangas de Onís. Ciertamente, no tuvo descendientes y está propiedad pasó a ser del ayuntamiento, pero fue destruido en la Guerra Civil. [1]

Al fallecer su padre cuando el tenía diez años y tras cursar la enseñanza secundaria en el colegio de Valdediós, se marcha con su madre a Galicia y cursa la carrera de derecho (en aquel momento llamada leyes) en la universidad de Santiago de Compostela. En los primeros años de carrera destaca como periodista, en el periódico «La Restauración» y en el «Pensamiento Galaico» de Santiago de Compostela, más tarde colabora en el periódico «El Correo Español» de Madrid, destacando sus artículos políticos, sociales y religiosos; al pasar el tiempo llegó a ser director de este periódico. [1]

Lápida del padre de Juan Antonio Vázquez de Mella en Cangas de Onís [3]

En 1893 fue diputado en cortes por Estella, Navarra, destacando como gran orador. Su carrera como diputado llegó hasta 1919 teniendo grandes intervenciones con políticos como Cánovas del Castillo, Salmerón, Maura, Canalejas y otros.

En todos sus discursos fue brillante tanto por su sabiduría, como por su patriotismo y por sus creencias religiosas.

Como político recorrió todas las regiones españolas llegando a fundar la publicación el «Pensamiento Español» al final de su vida pública.

Tras sufrir la amputación de su pierna se recluyó en su casa y como buen cristiano que era publica «La Filosofía De La Eucaristía» y «La Filosofía De La Teología».

Mella fue un gran pensador, riguroso y profundo y sus discursos eran extensos y brillantes, llegando como el gran orador que era a estar nueve horas hablando en público.

Como pensador fue original y profundo y nos dice:

No puede existir una sociedad sin un orden de principios morales y jurídicos.

Vázquez de Mella [1]

Con su palabra y su pluma Mella iluminó durante casi 40 años los horizontes y cielos de nuestra patria. Fue llamado verbo de la tradición.

Murió el 26 de febrero de 1928.

Estatua en memoria a Juan Vázquez de Mella en Cangas de Onís [3]

Fuentes:

  • [1] Documentación de las páginas 29, 117 y 145 del libro « Vázquez de Mella y la Educación Nacional», de Manuel Bofarral y Romaño.
  • [2] Información sobre el nicho de Juan Vázquez de Mella y Valera, de la Casa de cultura de Cangas de Onís.
  • [3] Imágenes: Claudia Otero.