Imagen:  Miguel A. Suárez Rguez, Vigo.

Fabián Meléndez Coro

Si un día viajas a Irlanda y entras en un pub ¿qué es lo primero que se te viene a la mente para pedir al camarero? ¡Seguro que una cerveza! porque no sabéis que son grandes productores de sidra, una bebida que poco tiene que ver con el néctar de manzana que degustamos en Asturias o el País Vasco. 

El proceso de elaboración de la sidra es similar al que se realiza en nuestro país. Se selecciona una variedad de manzana, y el jugo se obtiene prensando los frutos con antiguos discos de madera, cubiertos con tela. Después, se pasa a una barrica, a través de una serie de filtros, para ser después bombeado a una gran cuba para la fermentación. 

Reposa durante dos meses y se traslada a otra cuba, en la que no puede haber aire. La sidra fermenta en la cuba a una temperatura entre 18 y 24ºC. Seguidamente llega el enfriamiento, el filtrado y la carbonatación. Por último, el  embotellamiento y distribución. 

La sidra irlandesa se embotella como cerveza, en recipientes individuales, aunque también se sirve con grifo. No se escancia, se sirve en un vaso con cubitos de hielo. 

Para los españoles la sidra irlandesa es desconocida, pero se ha empezado a introducir en el mercado ibérico. La marca Magners, empezó a darse a conocer en Cataluña y aspira a extenderse por todo el país. 

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Fuentes: https://sobreirlanda.com/2009/11/02/la-sidra-irlandesa-la-alternativa-a-la-cerveza/